Friday, January 16, 2015

Ir a Camp?



En dos semanas parto a Camp Wandu Extreme en Boquete. Será una semana de mucho trabajo,  diversión, enorme responsabilidad, crecimiento y mucho aprendizaje. Esta será mi tercera temporada de coordinadora Wandú, mi sexto año siendo Staff de camp y mi décima vez empacando maletas para camp.
La primera vez que fui a campo de verano tenía doce años. Mi papá (creo) se inventó una reunión para poder llevarme hasta Costa Rica donde estaría dos semanas desconectada de mi cotidianidad, sin saber de mis padres, sin conocer a absolutamente nadie. Mi mamá había escuchado acerca de Kajuyali a través de una amiga que envió a sus hijos, era un camp colombiano y yo –siendo colombiana criada en el exterior- añoraba un contacto con mi país. Fue una experiencia que cambió mi vida. No puedo en este momento mirar hacia atrás y decir “asi era antes de ir a camp, asi fue después”. Creo que mi mamá y papá pueden decir más exacto los cambios que ellos vieron. Para mí, el cambio fue gradual, en dos semanas se fueron volviendo parte de mí y los volví parte de mi “yo”. Enfrentar miedos, obligarme a salir de mi pena, hacer amistades, bailar sin importar lo que digan, hacer malabares, reír, divertirme, agradecer lo que tengo, ser responsable, y la lista puede seguir. En el 2003 y 2004 regresé como camper a Kajuyali en Costa Rica. En el 2005 pude trabajar como CIT, un sueño que desde que fui por primera vez tenia pues quería entender y ser como esos counselors que hicieron de mi experiencia algo tan especial.
En la actualidad creo que todos los niños de 12 años tienen un Smartphone, están permanentemente conectados a redes sociales, viendo cuantos likes, comentarios o reposts tienen sus publicaciones. Hoy, les importa más lo que diga una pantalla que lo que dicen los padres o adultos a su alrededor. Hoy, no saben llegar a algun lugar sin preguntarle a google maps, no se les ocurre pensar en el significado de una palabra “si puedo buscarlo en google.” No digo que la tecnología sea el cuco, que no trae bien, o que no la uso. Si, yo ando mega conectada –mas de lo que desearía a veces- pero con mucho orgullo puedo decir que mi adolescencia no fue basada en las redes sociales. Ahora, que tiene que ver ir a camp con todo esto? En campamento no tienes celulares, ni computadores, ni ipads, lo mas que vas a utilizar de tecnología es tu linterna el día de camping y si hay luna llena ni la necesitas.
Ir a campamento te obliga a encontrarte despojada de tu confort, a compartir tu día con otras personas, a hablar a la hora del almuerzo, a no poner los codos en la mesa y comer con la boca cerrada, a apreciar la comida que te sirves, a agradecer por la tierra, el mar/lago y las plantas que permiten que tus aventuras diarias sean lo que son.
Para mí, estar en campamento de pequeña me dio valores y modelos a seguir – esos counselors que me parecían tan grandes y sabios (aunque tuviesen 19-23 años) y me dije “yo quiero ser asi! Sonreído, alegre, valiente, diferente, seguro, creativo, divertido, amoroso.”  Me enseño a apreciar el mundo que me rodeaba, a cuidar los mares para poder hacer snorkeling y kayak, a entender sobre la naturaleza para poder hacer mi camping, aprendí sobre árboles y me trepe a hacer canopy en ellos. Crecí.
Ahora, más de diez años (uy, casi 15!) después de ir a mi primer camp puedo decir que mi vida no sería la misma sin esa experiencia. Hoy vivó feliz enseñando, sea a niños en una guardería, a campers en camp, a mi staff de camp o a clientes en un gimnasio…soy feliz ayudando a los demás a superarse, me llena enormemente ver a las personas retarse y lograr su meta o caerse en el camino pero levantarse nuevamente y poder ser parte de ese proceso.  
Si eres un niño o adolescente pensando en ir a camp – HAZLO! Si, da miedo no conocer a nadie pero ese miedo dura probablemente el recorrido hasta la sede…ya ahí no habrá extraños, serán conocidos, y esa noche ya serán “pasieros” y te aseguro que en tres días serán tus amigos y a las dos semanas tendras un par que serán tus amigos de vida. Aprenderás y te sorprenderás, quizá llores un poco pero probablemente sean lágrimas de tristeza al terminar el camp. Vale la pena, créeme. Y quién sabe? Quizá en unos años serás tu coordinador?

Si eres papá/mamá pensando en enviar a tu hij@ a camp, que estas esperando? No hay mejor regalo que le puedas hacer y su transformación te transformará a ti. Eso si, esas dos semanas sin contacto serán más difíciles para ti que para tu hij@...el/ella estará divirtiéndose. 



Camp Wandu Extreme 25-31 enero

Camp Wandu 1-13 febrero

Wednesday, January 7, 2015

Feliz Cumpleaños

Feliz cumpleaños.
Quien iba a pensar hace 22 años que tendrías dos cumpleaños, el de tu llegada y el de tu partida? Sin embargo ambos me enseñaron lecciones que jamás olvidare. No recuerdo exactamente tu llegada pues todavía era pequeña pero recuerdo que había una discusión sobre qué nombre te iban a poner… “Cristóbal” ganó. Cris, Pimpollo, Crispetas, Cristo. Siempre dicen que la llegada del segundo “destrona” al primero pero nunca lo sentí así, o por lo menos no lo recuerdo. Creo que éramos tan distintos que era imposible compararnos o remplazar uno por el otro, siempre sentí que nos amaban profundamente. Eras un bebé hermoso de pelo crespo y sonrisa pícara. Desde pequeño amiguero, siempre tenías amigos en casa – Kike, Mateo, Sebastian, Omar, Billy, Elio, Angie, Erik, Pepi (perdón chicos no puedo nombrarlos a todos porque creo que nunca acabaría). Tu cumpleaños, como el mío, era siempre durante las vacaciones por lo que no lo celebrábamos con fiestas grandes pero mami siempre inventaba un plan divertido – recuerdo muchos tus cumpleaños de fin de semana entero que se quedaban a dormir tus amigos, se la pasaban en piscina, comiendo chucherías,  e inventando locuras en el cuarto. Hoy ya no hay risas en el cuarto, ropa tirada por todas partes a tu llegada ni ideas locas en las piscinas.

Tu segundo cumpleaños llego hace ya siete años, 9 de noviembre de 2007 – día en el que partiste de esta dimensión a acompañarnos en tu ausencia. Así como tu primer cumpleaños me enseño que siempre tendría un “sidekick” en la vida para aventuras y desventuras, tu segundo cumpleaños me enseño lo más importante – que nada en la vida es para siempre y que hay que aprovechar y agradecer lo que tenemos. A todos tus amigos, a papá y mamá, a la familia, a mi…a todos nos enseñaste algo en tus casi 15 años de presencia, cada uno aprendió de ti, cada uno quedo marcado por tu sonrisa y tu amistad, por tus bromas y tu despeinado, por tu amor. Hoy no celebro con torta de cumpleaños y velas, hoy no habrá pool party y chucherías, hoy puede que la casa no se llene de amigos y risas pero hoy te recuerdo tu risa un poco más fuerte que los demás días, hoy hago honor a tu amor por el otro, hoy puede que derrame un par de lágrimas porque te extraño pero hoy te digo: Gracias, el regalo de cumpleaños me lo has dado tu a mí al acompañarme por esos años. Hoy el cielo está de fiesta. Te amo. 





Sunday, January 4, 2015

Esos días

De vez en cuando llegan unos de esos días...esos días en los que el mundo parece estar haciendote una muy mala prueba. Esos días en los que nada fluye, y no es que el mundo este en contra de ti y tu seas la víctima. No. Simplemente la energía que sale y la energía que se mueve a tu alrededor es como si fuesen polos opuestos y simplemente se repelan. 
Hoy fue uno de esos días. Desde que me levanté algo había raro en mi - o a mi alrededor - y todo el día fue básicamente una mezcla de: nervios de regresar al trabajo, ganas de poder descansar mas, noche incomoda en un colchón detestable, ganas de disfrutar de mi familia, responsabilidades de entrenar, angustias que vienen con nueva información, preocupación al año que viene, ansiedad, opiniones respecto a decisiones y compromisos ya asumidos, hambre, mal genio, confrontación, sudar, arrepentimiento, ganas de llorar y no hacerlo, ser fuerte, reflexionar, respirar. Aceptar. 
Hoy no fue el mejor de mis días. Camine con una nube gris encima todo el día pero la verdad no hay nada que la noche no pueda llevarse, así que nubecita...espero que hayas disfrutado muchísimo de mi compañia hoy, tanto que ya no quieras volver a visitarme en mucho mucho tiempo. Te veré cuando sea necesario. Buenas noches.