Buenos Aires
Volví a la ciudad de la que me fui con el corazón despedazado, ojos hinchados y cenizas en una caja hace ocho años. Los últimos 10 días antes de viajar mi "desayuno" consistía en un par de Nexum para tratar de apaciguar el dolor de barriga. Sabía que no era más que la ansiedad de volver. Hace más de un año tenía la idea de regresar, de enfrentarme físicamente a los recuerdos, y por razones del trabajo y la vida se me dio la oportunidad de volver.
Lo primero que me di cuenta es que esta ciudad yo la conocía en auto. A diferencia de la mayoría de la gente que ha vivido en buenos aires como extranjero, yo viví en la provincia...por San Isidro. Drumond 990.
Caminar por la ciudad no me provoco recuerdos o despertó muchas memorias, fue en auto yendo hacia Vicente López, recorriendo Libertador y pasando por La Costanera que me comencé a ubicar...el Carrefour donde mercábamos, mi primera cita con un chico, una tarde de mate y facturas frente al río...
Pero igual trato de pensar y no tengo tantos recuerdos fuera de mi casa...mis recuerdos más fuertes fueron los últimos meses en la ciudad que vivimos en Recoleta. Cuando pase por ahí, camine por el parque, vi los jacarandas florecidos, recordé como me sentía esos meses. Esos primeros meses. Meses de mucho dolor y una ausencia constante. Esos meses en los que ya no tenía mucho que hacer, de dormir y no querer levantarme a pasear a Felipe largo rato y caminar, y comer en el "comedor" de enfrente. Caminando por el parque fue la primera vez desde que llegue que si pude sentir esa melancolía y tristeza, de revivir mis emociones.
Ahora, en una horita más o menos vuelvo rumbo a mi zona..al barrio donde viví. Voy s reunirme con una amiga (la única amiga que tengo de mi tiempo en Argentina) que está a punto de tener bebé. Ella sabe mi necesidad de volver a esos lugares y enfrentarme con lo que sea que me produzca hacerlo pero estoy contenta de tenerla a mi lado...enfrentar esa muerte con vida plena a mi lado me da un poco de paz, de esperanza en la vida, un recordatorio de lo cíclico que es nuestra presencia en la tierra.
Sin embargo, no todo es tan "omm" y tranquilo como quizá parezca en este momento. Estoy con dolor de barriga desde que me desperté, yo le echo la culpa a los tres pedazos de carne y postre que almorcé ayer más la pizza a las 2am antes de dormir...obviamente era indigestión cierto? Bueno, además de eso me duele la garganta y no aguanto la cabeza...alguien me preguntó "estarás somatizando algo?" Y no tardé más de medio segundo en darme cuenta que era eso exactamente. Digo, obviamente estoy enferme de comer tanto pero ahora pensándolo bien...eso es exactamente lo que hago cuando estoy ansiosa - comer! Así que si...estoy re jodiendome yo misma. Apenas ahora estoy aceptando y dándome el espacio que necesito para reconocer la importancia de est momento (faltando 1h para que Venta el auto por mi). Ask que decidi salir Del booth a almorzar (un yogurt porque la verdad no me pasa nada más) ..me senté bajo un árbol de Jacaranda y deje que el viento y las flores me cayeran encima mientras escribo esto.
En mi cabeza sigo repitiéndome "es solo una casa, es solo una calle" pero no es verdad.. No es solo una casa o una calle, es la casa donde moriste, es la calle por la que pase después de casi 1h de angustia en el carro, recuerdo cada esquina y cada piedra del camino, pienso en eso y revivo cada minuto de ese día...lo que vivimos en el carro, las llamadas telefónicas, lo que tenía puesto, lo que me dijeron, las miradas, la enfermera, tus labios pálidos pero seguías caliente...tan caliente que no podía ser cierto lo que me decía la enfermera. Pero lo era. Lo es.
No sé que estoy buscando con ir a ver la casa, no tengo idea si llorare o simplemente será algo normal creo que es peor todo lo que me va pasando por la mente antes... Voy a recorrer caminos pasados y verlos con ojos del presente. Agradecer los momentos que ahí viví y aceptar que lo que pasó paso y si no hubiese sido así probablemente no tendría el trabajo que tengo, no hubiese viajado lo que viaje, y definitivamente no sería quien soy hoy. Tu pérdida ha sido mi escuela universidad maestría y doctorado pues cada día tengo que aprender cómo vivir sin ti, como aceptar que no se puede controlar lo importante, a apreciar todo lo que viene en el camino y a tratar de siempre hacer las cosas con amor y una sonrisa como la tuya que a tantos les dejaste impresa en el corazón. Nos vemos.