Sunday, January 8, 2017

El Principito...Mi Principito

Cada año leo este capitulo una y otra vez. Cada palabra cobra vida y es como si estuvieses diciéndomelas a mi. Me encuentro como el piloto, confundida, preocupada y triste. Pero soy como ese piloto, que años después entiende y acepta, mira hacia el cielo y escucha la risa en las estrellas, y esta tranquilo pues sabe que en una de esas estrellas esta su principito. Así como yo sé que en una de esas estrellas estas tú...y escucho tu risa y me imagino tu cabello crespo y el sonido de tu voz. Y sé que algún día podré volver a sentir tu abrazo y reír junto a ti. Sin embargo, hoy, te extraño y te recuerdo con nostalgia. Como desearía poder celebrar un año mas de vida contigo. Pero me has hecho apreciar cada año de cada persona que quiero un poco mas, a abrazar mas fuerte, a llorar mas libre y a amar sin miedo. Te amo y te extraño. 




XXVI

A1 lado del pozo había una ruina de un viejo muro de piedras. Cuando volví de mi trabajo al día siguiente por la tarde, vi desde lejos al principito sentado en lo alto con las piernas colgando. Lo oí que hablaba.

-¿No te acuerdas? ¡No es aquí con exactitud!

Alguien le respondió sin duda, porque él replicó:

-¡Sí, sí; es el día, pero no es este el lugar!

Proseguí mi marcha hacia el muro, pero no veía ni oía a nadie. Y sin embargo, el principito replicó de nuevo.

-¡Claro! Ya verás dónde comienza mi huella en la arena. No tienes más que esperarme, que allí estaré yo esta noche.

Yo estaba a veinte metros y continuaba sin distinguir nada.

El principito, después de un silencio, dijo aún:

-¿Tienes un buen veneno? ¿Estás segura de no hacerme sufrir mucho?

Me detuve con el corazón oprimido, siempre sin comprender.

-¡Ahora vete -dijo el principito-, quiero volver a bajarme!




Dirigí la mirada hacia el pie del muro e instintivamente di un brinco. Una serpiente de esas amarillas que matan a una persona en menos de treínta segundos, se erguía en dirección al principito. Echando mano al bolsillo para sacar mi revólver, apreté el paso, pero, al ruido que hice, la serpiente se dejó deslizar suavemente por la arena como un surtidor que muere, y, sin apresurarse demasiado, se escurrió entre las piedras con un lígero ruido metálico.

Llegué junto al muro a tiempo de recibir en mis brazos a mi principito, que estaba blanco como la nieve.

-¿Pero qué historia es ésta? ¿De charla también con las serpientes?

Le quité su eterna bufanda de oro, le humedecí las sienes y le di de beber, sin atreverme a hacerle pregunta alguna. Me miró gravemente rodeándome el cuello con sus brazos. Sentí latir su corazón, como el de un pajarillo que muere a tiros de carabina.

-Me alegra -dijo el principito- que hayas encontrado lo que faltaba a tu máquina. Así podrás volver a tu tierra...
-¿Cómo lo sabes?

Precisamente venía a comunicarle que, a pesar de que no lo esperaba, había logrado terminar mi trabajo.

No respondió a mi pregunta, sino que añadió:

-También yo vuelvo hoy a mi planeta...

Luego, con melancolía:

-Es mucho más lejos... y más difícil...

Me daba cuenta de que algo extraordinario pasaba en aquellos momentos. Estreché al principito entre mis brazos como sí fuera un niño pequeño, y no obstante, me pareció que descendía en picada hacia un abismo sin que fuera posible hacer nada para retenerlo.

Su mirada, seria, estaba perdída en la lejanía.

-Tengo tu cordero y la caja para el cordero. Y tengo tambíén el bozal.

Y sonreía melancólicamente.

Esperé un buen rato. Sentía que volvía a entrar en calor poco a poco:

-Has tenido miedo, muchachito...

Lo había tenido, sin duda, pero sonrió con dulzura:

-Esta noche voy a tener más miedo...

Me quedé de nuevo helado por un sentimiento de algo irreparable. Comprendí que no podía soportar la idea de no volver a oír nunca más su risa. Era para mí como una fuente en el desierto.

-Muchachito, quiero oír otra vez tu risa...
Pero él me dijo:

-Esta noche hará un año. Mi estrella se encontrará precisamente encima del lugar donde caí el año pasado...

  -¿No es cierto -le interrumpí- que toda esta historia de serpientes, de citas y de estrellas es tan sólo una pesadilla?

Pero el principito no respondió a mi pregunta y dijo:

-Lo más importante nunca se ve...
-Indudablemente...
-Es lo mismo que la flor. Si te gusta una flor que habita en una estrella, es muy dulce mirar al cielo por la noche. Todas las estrellas han florecido.
-Es indudable...
-Es como el agua. La que me diste a beber, gracias a la roldana y la cuerda, era como una música ¿te acuerdas? ¡Qué buena era!
-Sí, cierto...
-Por la noche mirarás las estrellas; mi casa es demasiado pequeña para que yo pueda señalarte dónde se encuentra. Así es mejor; mi estrella será para ti una cualquiera de ellas. Te gustará entonces mirar todas las estrellas. Todas ellas serán tus amigas. Y además, te haré un regalo...


Y rió una vez más.

-¡Ah, muchachito, muchachito, cómo me gusta oír tu risa!
-Mi regalo será ése precisamente, será como el agua...
-¿Qué quieres decir?
La gente tiene estrellas que no son las mismas. Para los que viajan, las estrellas son guías; para otros sólo son pequeñas lucecítas. Para los sabios las estrellas son problemas. Para mi hombre de negocios, eran oro. Pero todas esas estrellas se callan. Tú tendrás estrellas como nadie ha tenido...
-¿Qué quieres decir? -Cuando por las noches mires al cielo, al pensar que en una de aquellas estrellas estoy yo riendo, será para ti como si todas las estrellas riesen. ¡Tú sólo tendrás estrellas que saben reír!

Y rió nuevamente.

-Cuando te hayas consolado (siempre se consuela uno) estarás contento de haberme conocido. Serás mi amigo y tendrás ganas de reír conmigo. Algunas veces abrirás tu ventana sólo por placer y tus amigos quedarán asombrados de verte reír mirando al cielo. Tú les explicarás: "Las estrellas me hacen reír siempre". Ellos te creerán loco. Y yo te habré jugado una mala pasada...
Y se rió otra vez.

-Será como si en vez de estrellas, te hubiese dado multitud de cascabelitos que saben reír...
Una vez más dejó oír su risa y luego se puso serio.

-Esta noche ¿sabes? no vengas...
-No te dejaré.
-Pareceré enfermo... Parecerá un poco que me muero... es así. ¡No vale la pena que vengas a ver eso...!
-No te dejaré.

Pero estaba preocupado.

-Te digo esto por la serpiente; no debe morderte. Las serpientes son malas. A veces muerden por gusto...
-He dicho que no te dejaré.

Pero algo lo tranquilizó.

-Bien es verdad que no tienen veneno para la segunda mordedura...
 Aquella noche no lo vi ponerse en camino. Cuando le alcancé marchaba con paso rápido y decidido y me dijo solamente:

-¡Ah, estás ahí!


Me cogió de la mano y todavía se atormentó:

-Has hecho mal. Tendrás pena. Parecerá que estoy muerto, pero no es verdad.

Yo me callaba.

-¿Comprendes? Es demasiado lejos y no puedo llevar este cuerpo que pesa demasiado.

Seguí callado.

-Será como una corteza vieja que se abandona. No son nada tristes las viejas cortezas...

Yo me callaba. El principito perdió un poco de ánimo. Pero hizo un esfuerzo y dijo:

-Será agradable ¿sabes? Yo miraré también las estrellas. Todas serán pozos con roldana herrumbrosa. Todas las estrellas me darán de beber.



Yo me callaba.

-¡Será tan divertido! Tú tendrás quinientos millones de cascabeles y yo quinientos millones de fuentes...

El principito se calló también; estaba llorando.

-Es allí; déjame ir solo.

Se sentó porque tenía miedo. Dijo aún:

-¿Sabes?... mi flor... soy responsable... ¡y ella es tan débil y tan inocente! Sólo tiene cuatro espinas para defenderse contra todo el mundo...

Me senté, ya no podía mantenerme en pie.

-Ahí está... eso es todo...

Vaciló todavía un instante, luego se levantó y dio un paso. Yo no pude moverme.

Un relámpago amarillo centelleó en su tobillo. Quedó un instante inmóvil, sin exhalar un grito. Luego cayó lentamente como cae un árbol, sin hacer el menor ruido a causa de la arena.







24

Hoy cumplirías 24 años de vida a nuestro lado. En repetidas ocasiones he escrito sobre como te imaginaría o todo lo que pudo ser...Este año quiero contarte sobre cuando cumplí 24 años y lo importante que fue ese año para mi.

En mi tobillo tengo tatuado las iniciales de mamá, papá y tuya..algún tiempo después de haberme hecho el tatuaje alguien me preguntó "porque tienes un 24 tatuado?" ya que si lo ves al revés hay un 24 perfectamente visible (nunca lo había visto hasta ese momento) y solo respondí "Bueno, supongo que algo importante sucederá un 24." Hoy que estaba pensando sobre ese numero por tu cumpleaños caí en cuenta que no era el día 24 que algo importante sucedería, si no que fue a mis 24 años que por fin pude aceptar tu partida y la realidad con la que tendría que vivir.

Cumplí 24 años en Panamá, en los meses después de haber terminado la universidad y justo antes de irme a un viaje increíble. Originalmente me mudaría a Perú a estar con el que en ese momento era mi novio, sin embargo algo dentro de mi me decía que no era lo correcto y que tenia que aprender a estar sola. Por lo tanto, cambie mi plan y me fui a Sudáfrica con la "excusa" de ir a hacer un programa de fotografía. La verdad es que necesitaba esa vivencia, el no conocer nada ni nadie, y tener que poder recorrer mi camino sin nadie al lado. Mis primeros meses de 24 años fueron alucinantes, despertándome a hacer safari, buceando lo profundo del índico, viendo tiburones, leones, y sobre todo conociendo a gente maravillosa de todos los rincones del mundo. En ese viaje acepté tu partida, volví a verle la magia al mundo, a deslumbrarme con la naturaleza, a sentir la grandiosidad de la tierra, y entender que somos parte de algo muchísimo mas grande y que el sufrimiento que vivimos depende de la actitud con que lo enfrentemos.

Después de este viaje maravilloso regrese a Panamá a vivir con mis papás y digamos que no fue tan fácil. Tuvimos que re acoplarnos a vivir juntos, a respetar nuestras personalidades, tuve que aprender a vivir bajo parámetros ya no definidos por mí y ellos a acostumbrarse a mi independencia también. Volví de mi viaje con una confianza en mi misma que todavía cargo, y me alegra...sé de lo que soy capaz, y a veces eso mismo me frustra pues se que me esto limitando a mi misma de a momentos. Llegue orgullosa de mi misma y de lo que había vivido, me di cuenta que por lo menos en la sociedad en la que estoy no es común tener ese espíritu y me encanta ser como soy.
Fue también el año que decidí volver a remar, que comencé un nuevo reto que después tomaría tres años de mi vida, muchas madrugadas, tiempo, dedicación y esfuerzo.

Al fin y al cabo, mi año #24 fue uno de cambios, de transformación, re-locación, de modificar mi mentalidad, mis alrededores e interior. Fue un año importante y este año, tus 24, también lo son. Así como empece mis 24 años comenzando un nuevo ciclo de mi vida post-universidad, tus 24 son un año de muchos cambios también. Espero poder entrar a estudiar nuevamente y mudarme a un país diferente, lejano, dónde nuevamente tenga que enfrentar retos sola, dónde tenga que independizarme ahora si al 100% de la comodidad de papá y mamá. Es un año que comienza difícil, con cambios de planes, con muchas lecciones y retos por enfrentar. Sé que te pensaré mucho este año, sé que los momentos dificiles van a venir, que no va a ser un año fácil pero sé que estoy preparada para enfrentarlo, me has enseñado que lo puedo hacer.

Feliz cumpleaños pequeño. Espero que tus 24 dónde sea que estés te reciban con mucha luz y amor, y prometo aprender este año como si fuesen mis 24. Te amo.



Tuesday, January 3, 2017

Querido 2017,

En tan apenas un poco mas de 48 horas que llevas existiendo ya me has enseñado -o recordado- importantes lecciones.

Primero que todo, y esto me di cuenta bastante rápido aunque me cueste mucho aceptarlo, es que las cosas no siempre salen como uno quiere o planea y no hay NADA que se pueda hacer al respecto. Es decir, tengo que aceptar las cosas y no gastar mi energía poniéndome brava o triste al respecto, aunque me cueste debo simplemente aceptarlo y seguir adelante. Llevaba meses soñando con este viaje que iba a hacer, conocería un lugar con el que había soñado en conocer hace años. Pero por cosas del destino simplemente no iba a pasar. Primero me enfermé yo y después mi abuela de gravedad. 

Esto nos lleva a la segunda lección, la importancia de la familia. No dudé ni un instante cancelar tan preciado viaje viendo a mi abuela en una camilla de hospital y la preocupación y amor con el que la miraba mi abuelo. Roatan seguirá  existiendo y me esperará en el momento adecuado, cuando pueda disfrutar cada segundo ahi pero por ahora...esto, el estar aquí, presente, sosteniendo una mano, teniendo conversaciones de lo que sea, estando pendiente...esto vale mas que mil inmersiones. 

También me has recordado lo afortunados que somos de poder planear viajes así, pero principalmente de poder entrar a un hospital y recibir atención medica sin "peros" por temas financieros. Si, será costoso y vendrá todo el proceso de los seguros, pero al fin y al cabo tenemos la tranquilidad económica de tener el con que. Hay tanta gente que no tiene esta tranquilidad y estoy infinitamente agradecida por ello.

Igualmente, me has recordado lo importante que es la salud en la vida. Empezando el año con inyecciones de antibiotico no ha sido divertido, mucho menos ver a mis abuelos ambos enfermos...así que la salud, que siempre he tomado como por dado pues no he sufrido de ella, se ha vuelto un tema recurrente en mi mente (y mi cuerpo) y con todas estas inyecciones solo pude pensar en la gente que estaba verdaderamente enferma, que tenian que sufrir esas chuzadas y estar en hospitales y sentirse mal constantemente...yo me quejaba de unos días pero la verdad es que unos días al año no es nada. 

Por último me has hecho agradecer por mi familia y especialmente mis papás, por su dedicación y atención a los detalles, por el cariño y las ganas con las que hacen las cosas y por el amor con el que atienden a mis abuelos y a mi. Me has reafirmado lo que siempre he dicho, que la familia es lo más importante, el apreciarse y decirse las cosas, el cariño que sentimos desde cualquier rincón del mundo...formar parte de un vinculo que es mas fuerte que solo sangre hace mi existencia mas significativa y me hace saber que nunca estoy sola, y tengo un hogar en el mundo porque me llevan en sus corazones y yo a ellos...siempre. 

Así que 2017, te agradezco las lecciones tan importantes que has decidido lanzarme en estas horas...todas las estoy tomando con brazos abiertos. Pero, puedes ser un poco menos agresivo con las clases? todavía nos quedan 12 meses y a este ritmo me vas a agotar!