Hoy por hoy tenemos en nuestras manos el acceso a todo lo que queramos...queremos una figurita antigua? Ebay. Queremos ser mas saludables? Instagram y sus miles de cuentas "Fit." Queremos una nueva cámara? Amazon. Queremos salir en una cita? Tinder. Queremos hablar con un amigo? Whatsapp. Así como cada vez es menos necesario pensar (cuantos sacan la calculadora en el celular para hacer hasta la mas sencilla de las cuentas?) y mas fácil preguntarle al Dios Google...cada vez es mas difícil entender las relaciones sentimentales. Que si son o no son novios "no, no es hasta que yo le pregunte", pero entonces..están saliendo con otras personas al mismo tiempo? "no." O, "solo somos amigos pero tiramos." Solo estamos saliendo pero no me interesa (porque gastar el tiempo de la otra persona?) Amigos, amigovio, novios, saliendo, grubeo, amigos especiales, términos hay de sobra pero claridad poca ya que cada uno tiene su significado personal lo que se da para múltiples malinterpretaciones. Bien, sigo con mi tema que espero tenga sentido en algún momento.
Hace unos días me tope con una entrevista que le hicieron al intelectual Gilles Lepovetsky titulada "La vida de las mujeres se volvió mas complicada". Primero, creo que el articulo no se enfoca en el tema de genero sino de generación pero ese titulo es mas llamativo y eso es lo que quiero tratar a continuación (aunque ahora viéndolo en el contexto de lo que mencioné previamente quizá si esta mucho mas relacionado de lo que pensé originalmente).
Les comparto la parte del articulo que mas me llamo la atención:
El malestar contemporáneo
Según Gilles Lipovetsky, el principal efecto del hipermodernismo es el malestar. En el sistema actual, los individuos se sienten más frustrados y buscan calmar la ansiedad mediante prácticas que no siempre los alivian, como la compra compulsiva.
¿Cómo se expresa ese malestar en hombres y mujeres?
Los dramas íntimos tocan tanto a hombres como a mujeres. Una ruptura le duele tanto a uno como a la otra. Diría que los hombres tienen muchas frustraciones en relación con el trabajo, más que las mujeres, porque la imagen de éxito masculino sigue pasando más por el trabajo. Los hombres tienen tantas adicciones como las mujeres, y las mujeres tienen más depresión. Pero el malestar en general puede expresarse de maneras muy distintas.
La violencia física, por ejemplo, es algo que practican mayoritariamente los hombres. En los medios sociales desfavorecidos, la condición masculina es muy dura. Los dealers, por ejemplo, están en situaciones extraordinariamente difíciles de no reconocimiento social. No les va bien en el colegio, no tienen trabajo. Quieren reafirmar su autoridad y lo hacen a través de la violencia o el desprecio. Y se exceden en su prepotencia.
¿Hacia dónde vamos?
Hay algunos psicoanalistas que dicen que esta situación es extremadamente generadora de ansiedad y que llevará necesariamente a medidas de recomposición que pasan por un sistema más autoritario para volver a dar una especie de seguridad. Yo no creo eso. Pienso que frente a esto va a haber una creciente medicalización de la sociedad y una búsqueda individual. Hay mucha gente que recurre a psicólogos y remedios. Y hay otra que se involucra en actividades expresivas o deportivas que le dan una especie de respiración, de alivio. Porque la vida hipermoderna es más liviana en el sentido de que tenemos nuevas herramientas numéricas y todo eso, pero es más pesada porque hay demasiadas cosas y no logramos lidiar con todas ellas. Y, sobre todo, es complicado. Antes todo era más simple, incluso comer. Hoy es complicado comer: no sabemos qué ingerir porque todo es peligroso, hace engordar y hay que mantenerse flacos, pero al mismo tiempo somos golosos.
Entonces creo que hay que sacar las consecuencias de la individualización, y eso implica que las soluciones también serán hiperindividuales. Ya no creo en los movimientos colectivos. Las mujeres de nuestros países no lograrán mayor igualdad con combates comunes, como lo hicieron las sufragistas, por ejemplo, para tener derecho al voto, o los movimientos que lucharon por el derecho al aborto, al trabajo o a tener una cuenta bancaria, que es un derecho que no tenían las mujeres en los años 50 (en Francia). Ellas podrán hacer avanzar un poco las cosas con acciones locales.
¿Qué hacer frente al estrés, a la presión, a la dificultad de la vida?
La gente está en busca de lo que le gusta. Puede ser el yoga o el jogging. Hay gente que pinta, otra que va a coros. Las mujeres hacen mucho trabajo voluntario, a pesar de que tienen que ocuparse de la casa y los niños, además de trabajar. Cuando a uno le gusta algo que hace, encuentra tiempo para hacerlo.
¿Cree que la hiperindividualización de la sociedad se va a mantener?
Estoy convencido. Pero lo esencial es que no hay una solución unitaria, homogénea, para solucionar nuestros problemas, sino una gama considerable. Y lo que sí podemos transformar es el sistema escolar para darles más herramientas a los niños para que sus momentos de respiro no se reduzcan a comprar cosas de marca. Porque eso no llena. En cambio, hacer videos, películas, fotografía, cantar –crear, en resumen– hace bien. Es un placer. Tenemos que alentar a colegios y ciudades a enseñar el gusto por esas cosas porque eso hace que, incluso cuando la vida es difícil, tengamos momentos en que estamos contentos. La solución de la felicidad absoluta no existe. Entonces tendremos etapas difíciles, de pesadumbres, pero eso no nos impedirá ser felices de vez en cuando. Y cuando uno hace lo que le gusta, tiene un poco de felicidad.
Esta búsqueda permanente e individualizada es algo que vivo, es algo que siento constantemente y que me doy cuenta que comparten muchísimos de mi generación. Somos una generación viviendo el cambio, las estructuras sociales son completamente distintas que hace 25 años. Como menciona Lipovetsky no hay una lucha colectiva contra algo o alguien porque ese "algo" ya no es una sola cosa. Siento que mi generación vive un cambio de estructura social profunda y el no tener esa estructura clara y solida crea esa búsqueda insaciable de algo que nos llena. Vivimos en una época movida, en el que nos metemos a hacer de todo...deporte, fiestas, obras sociales, meditación, reuniones con amigos...estamos constantemente participando en actividades y buscando cosas que nos creen satisfacción y nos den un norte o nos llenen. Ya no estamos programados para despertarnos, ir a trabajar de 8-5, cenar y dormir. Por ejemplo, las estructuras laborales están cambiando, basandose cada vez mas en metas y proyectos que en horas laborales. Los matrimonios ya no son lo que eran antes y no hay siquiera que casarse para "estar" casado.
Otra cosa que me interesa mucho y creo que tiene que ver con esto son las enfermedades psiquiátricas en la gente joven. Recientemente alguien cercano a mi fue diagnosticado con una condición psiquiátrica y me di cuenta que es algo muy común, al comentarlo con mi terapeuta que tiene me menciono algo que me pareció muy interesante y creo que tiene todo el sentido del mundo. Cada vez hay mas jóvenes sufriendo de crisis psicóticas, y una explicación (sistemica) es que es una reacción al nivel de violencia y agresión que estamos viviendo en el mundo. El estar tan conectados con todo lo que ocurre alrededor del mundo, el tener tanta información a nuestro alcance y permanentemente estar informados de todo tiene un efecto en nuestro ser porque somos todos partes de un planeta-de una humanidad- y tantos problemas y agresiones que vivimos como sociedad tienen sus efectos tanto directos como indirectos.
Creo que este mismo texto y blog es un vívido ejemplo de lo que trato de decir. Soy parte de una generación insaciable y perdida, constantemente buscando un norte. En el articulo mencionan los yihadistas de ISIS y el hecho que muchos son jóvenes europeos que se vuelven extremistas. Tristemente, ese "norte" que ellos necesitan encontrar lo encuentran en una organización de violencia. Pero yo tengo esperanza en que como ellos somos muchos los que también estamos buscando algo que nos llene y lo hacemos con cosas positivas...el deporte por ejemplo se ha vuelto para mi una de esas cosas que trascienden y me llenan enormemente. Para mi, y creo que para muchos que están en esta "moda" deportiva, no se trata de ponerse musculoso o levantar pesos o correr maratones, se trata de esa lucha interna que vivimos en cada nuevo reto, en conocer nuestros limites e ir rompiéndolos, en la disciplina y determinación que implica. No digo que el deporte es lo único que me llena, pero es parte, y sigo en esa búsqueda de ese "algo" que me hace falta...creo que la palabra que me gustaría usar es "espiritualidad". Yo estoy en una búsqueda espiritual de encontrar aquello que me brinde paz y tranquilidad interior pero creo que no es algo que uno simplemente encuentra sino que la vida se trata de esa búsqueda constante y que las respuestas a eso van cambiando con el tiempo y con experiencias pero sobre todo creo que lo mas importante -aunque a veces cansa- es escuchar esa voz interior que nos pide seguir en la búsqueda, que nunca nos estanquemos o nos rindamos...que el camino es la parte importante.
Bueno, para intentar darle un fin conectando todo esto con lo que empece...creo que somos una generación por lo tanto individualizada por nuestra búsqueda que nos hace muy difícil encontrar a alguien que lo entienda o pueda compartir o acompañarnos mientras el/ella esta simultaneamente en lo mismo.
Al que termino de leer todo este vomito mental...me sorprendes! Y gracias por tu tiempo... esta comprobado que cada vez leemos menos así que cuando hay algo tan largo algo como un 55% de la gente se sale de la página antes de la mitad del texto.
Muy interesante y muy variado Marian.
ReplyDeleteCreo que hay cien temas diferentes en este fragmento.
Uno de ellos con el que no comparto mi opinión es aquel que dice que "Ya no creo en los movimientos colectivos. Las mujeres de nuestros países no lograrán mayor igualdad con combates comunes". No comparto esa opinión en primer lugar porque si no se lucha en conjunto, en grupo organizado, no se llega a objetivos mayoritarios, como la persecución y el establecimiento de penas para los/las maltratadores/as, por ejemplo. Y en segundo lugar, porque todo lo que empieza local, como menciona al final, debe extenderse a la mayor cantidad de gente posible para poder ser considerado un cambio profundo.
En segundo lugar, si todos estamos buscando, definitivamente debería ser más fácil encontrar y mantener una pareja, porque todos estamos en lo mismo. Creo que el punto no es la búsqueda, sino el tiempo que se le dedica. Hay mucha gente que, tal y como menciona el artículo, prueba todo. Y hace lo mismo con las relaciones. Hoy quiero yoga, hoy quiero fútbol, hoy quiero viajar y mañana quiero aprender ganchillo. Todo es maravilloso, pero es importante reconocer que para dominar el Yoga hace falta no solo empezar, sino mantenerse. Igual pasa con el fútbol, con "conocer mundo" o con aprender a coser bufandas.
Las relaciones de hoy son tan esporádicas y les dedicamos tan poco tiempo asumiento que a la vuelta de la esquina está la siguiente, la buena, la definitiva, que las relaciones finalmente no florecen, porque no le damos el cuidado que requieren.
Para mi, no existe talento que se convierta en genio sin tiempo y dedicación. Igual pasa con el running, con el yoga y con el amor.