Hoy es uno de
esos días en que cualquier cosa tiene el poder de ponerme triste. Hay días en
los que tengo fuerzas y control sobre lo que permito que me afecte.
Ultimamente, he aprendido a que las cosas que no puedo controlar no me molesten…pero
hoy no es uno de esos días. Mi corazón esta triste y es difícil ver y apreciar
lo que tengo, en cambio pienso en lo que no tengo. Sé que no debería ser así,
que debería estar agradecida por tener a mi familia, mi salud, mi trabajo, etc
y no es que no lo esté simplemente el ver fotos de amigas con sus herman@s, de
familias recién comenzadas, de sentir que todos están completos a mi alrededor y yo
simplemente no sentirme así. En cambio, me siento ocupada…ocupándome en exceso
como para no lidiar con lo que tengo por dentro, y temerosa que por no ponerle
la atención que merece me sorprenda en una espiral de caída como me ha pasado
anteriormente. Soy consciente que este es mi mecanismo de defensa, ocuparme, pero también que todo lo que estoy haciendo es porque me gusta, porque siento
que es bueno para mi y que son herramientas que me servirán en el camino. Hoy el día estuvo soleado después de muchos días de lluvia, pero mi corazón no sintió la luz ni el calor...prefirió hibernar e imaginarse la lluvia que lleva rodeándome sin parar seguía. Pero en unas horas hoy acabará y espero que el mañana sea mejor, siempre hay que creer que lo será o si no no tenemos nada...la esperanza es lo último que se pierde.
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