Día 13: Tofo

Hoy es un día de reflexión. Después de los dos buceos de la mañana (no mantas, no sharks, still great) estabamos subiendo las escaleras al centro de buceo cuando el dueño baja corriendo con cara de preocupación, resulta que alguien de la otra lancha había “colapsado” (traducción directa del ingles, perdon). Estaban haciendo snorkel y aparentemente le dio un infarto pero pues le hicieron CPR (no se me las letras en español) pero no habia nada que hacer, cuando llegaron a la playa el paramedico y uno de los que estaba buceando conmigo que es medico trataron pero pues no había nada que hacer. La esposa y la hija estaban ahí y dijeron que pararan de intentar (me entere después que el señor era ya mayor, y tenia problemas cardiacos).

Fue muy inesperado y simplemente cogió a todo el mundo por sorpresa. Se imaginan? Disfrutando de las vacaciones en un sitio hermoso, un día en la playa, el mar tranquilo, sin nubes, y que de repente le pase eso a un familiar o amigo.

Después de recoger las cosas y todo decidí ir a la playa a asolearme un rato.

Me hice en la punta de la playa frente a mi hotel. Había una familia turista (monos oji azules) cerca y frente a mi dos niños como de 7-10 años. Debí haberme dado cuenta que no tenían adultos alrededor, la verdad no busque y no se porque no me preocupe. Estaban jugando en la arena, se metían hasta las piernas pero nada mas. Estuve en la playa como 40 minutos, y decidí ir a comerme un helado en el mercado. Me fui caminando, compré mi helado, me devolví y paré en el centro de buceo a devolver un bloqueador que me habían prestado. Quede de ir a bañarme y volver para identificar peces y animales en mis fotos. Fui a la recepción del hotel a buscar mi llave pero estaba cerrada la puerta, raro. Me fui caminando al restaurante que queda en la punta y cuando llegue ví que todo el mundo estaba mirando a la playa, todos en la playa estaban caminando a la punta, había dos personas lejos nadando, alguien en un kayak dando vueltas y como tres personas en tablas de surf buscando. Le pregunte al chef del hotel que había pasado y me dijo que estaban buscando a un niño. Como a los 30 segundos que yo llegase lo encontraron, estaba apenas como a 5 metros de la playa. Intentaron resucitarlo pero no había nada que hacer.

No puedo parar de pensar el “que tal si” me hubiese quedado mas tiempo? Si hubiese dicho algo o me hubiese preocupado porque estuviesen solos?! Hubiese podido hacer algo para cambiar lo que paso? Sé que todo pasa por algo, que las cosas simplemente suceden y que todos tenemos nuestro día. Pero cuando es un niño, esas reglas no deben aplicar. El señor que murió esta mañana tenia nietos,  había vivido… Este niño tenia la vida por delante! No digo por un segundo que una vida valga mas que la otra, no es de valor es simplemente como…mas difícil de aceptar.

Hasta ahora siguen en la playa, esperando a la policía y todo eso…pero no puedo parar de pensar en su mamá, cuando se entere de lo que paso y simplemente lo abrupto y horrible que puede ser la vida. Es como una bofetada en la cara para todos aquí. Por lo menos para mi lo es. Hoy agradezco nuevamente todo lo que tengo, agradezco mis oportunidades, mi familia, mis amigos, mi vida. Doy gracias por cada respiro y me vuelvo a prometer a mi misma que no vale la pena quedarse con las cosas por dentro, irse a dormir con alguna molestia con alguien, y simplemente tratar de soltar las idioteces del día a día porque la vida es inesperada. Un viernes por la tarde en casa, en vacaciones familiares, una tarde con un amigo en la playa, son momentos normales que se vuelven extraordinarios en un abrir y cerrar de ojos. Les pido si leen esto que en verdad piensen en lo que tienen, no se quejen por las bobadas que tanto nos pueden frustrar el diario vivir y que a fin de cuentas NO IMPORTAN.

Rianse, amen, agradezcan, hablen…disfruten de la vida, de lo bueno y lo malo que nos trae y de las lecciones que nos da.